martes, 2 de septiembre de 2014

CONTEXTO



Ya hemos definido nuestro contexto. En este punto hemos identificado:

1. El público al que nos dirigimos
2. El tema de nuestra historia
3. El eje temático, el cual comprender una introducción, un desarrollo de la historia y finalmente un desenlace.

Ahora bien, ya podemos comenzar a escribir, aunque nunca esta de más definir ciertos aspectos del contexto, para que podamos desplazarnos en la historia como peces en el agua. Lo primero es saber donde nos vamos a mover, en un lugar que debemos conocemos ya sea este lugar nuestro mundo, una dimensión paralela, un otro planeta o un mundo fantástico.

Definir un contexto nos permite ser verosímiles en nuestra historia, sin importar que esta sea en un mundo fantástico. Definir el contexto nos permite trazar y seguir la línea argumentativa sin perder la coherencia ni el sentido de la historia.

Así que aquí les daré algunas pistas de lo que podrías agregar en una ficha de contexto:

En primer lugar, debes definir el lugar: Debes determinar donde sucederán los hechos, en un pueblo, una ciudad, un país, un continente, una galaxia. De esta manera, podremos dar forma a nuestra historia y saber donde nos vamos a desplazar. Tomemos por ejemplo Harry Potter transcurre en un mundo oculto en nuestro propio mundo, pero si tomamos a Tolkien, El señor de los anillos, la historia transcurre en un mundo completamente diferente.

Luego debes precisar la geografía: Así es, leíste bien, la geografía. En este punto tú puedes trabajarlo todo lo que puedas. Fronteras, ríos, montañas, desiertos, océanos, mares, etc. junto con esto debe ubicar los pueblos, ciudades o casas (si trabajas con un complejo pequeño).

Este aspecto a mi parecer es sumamente importe, para dar una coherencia a nuestro relato. Por ejemplo, si trabajas con una ciudad real, un lector que conozca la ciudad será capaz de identificarse en ella, ubicarse. Al contrario si es un mundo fantástico esto nos permitirá saber hacia donde movernos al no tener una referencia real.

Un tercer aspecto es el clima: ¿es una ciudad lluviosa o soleada?, ¿está pasando por una época de sequía? ¿Presenta estaciones o solo algunas? Es aquí donde determinaremos estas características y sus implicaciones dentro de la historia. Tomemos el ejemplo de George R. R. Martin en A Song of Ice and Fire donde las estaciones son más largas de lo que las conocemos y tienen un claro impacto dentro de la historia.

En cuarto lugar tenemos la ecologia: Definir los ecosistemas como bosques, montañas y desiertos, las criaturas que los habitan, las posibles razones por las cuales habitan allí e incluso definir la flora nos permite crear una correlación entre el lugar determinado, la geografía propuesta y el mundo que nos rodea.

Así podremos justificar La razón por la cual los elfos viven en los bosques y los enanos en las montañas o si ponemos un oso polar en una selva tropical.

Ahora pasamos a un quinto punto que reune varios aspectos los cuales tú decides si los agregas o no. Estos son: el aspecto economico, el politico y el social. Aquí debes definir la moneda que se usa, o si por el contrario es un sistema de trueque. Si es una monarquía o una dictadura o quizá un sistema anarquico. Cual es la conducta moral, además cuales son las faltas graves y como son castigadas. Quien tiene el poder, las clases sociales, etc.

El sexto aspecto es la religión: ¿Cuál es la religión que profesan tus personajes? ¿es monoteísta o politeísta? ¿Hay varias religiones o ninguna?

Y por último, pero no por ello menos importante, todos los factores de más en tu historia, la magia y sus leyes, las leyes físicas del mundo, la relación entre criaturas de diferentes ecosistemas (mágicas o no) y todo lo que añada un plus a tu historia.

Al concebir toda esta información, eres libre de hacerlo como lo desees, sea en forma de historia escrita, o como una ficha sinóptica. Lo importante es que este contexto podrá ayudarte en la concepción de tu historia, además tampoco debe ser demasiado completo, porque a medida que tu historia crece, el contexto puede crecer también.


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