La luz efímera
de la ciudad incendia los corazones de los amantes, quienes en la
búsqueda de un recuerdo inolvidable, caminan los largos caminos del
Sena.
Ya sea en la
l'île de la Cité o en l'île Saint-Louis, poco importa donde estén,
ellos saben que ella esta allí, esperando a mostrarles la belleza de
su majestuosa presencia.
Cuando
están en los Campos Elíseos, ellos la divisan, como un dedo que
proclama atención de los transeúntes. Estructura de hierro, imán a
la mirada.
La
noche se pone su mejor capa negra, bañada en estrellas y ella,
abajo, se viste con el vestido el más magnifico, indicando la vía a
sus cuatro pies.
Los
amantes se detienen bajo el arco, el cual, como una puerta, les desea
la bienvenida. Ella los llama con el esplendor de dama luminosa.
Los
enamorados caminantes llegan no lejos del jardín donde ella
descansa. En Trocadero su imagen es imponente, impresionante. Ellos
están finalmente allí.
Bajo
la pirámide de hierro, quien ha intentado escapar a los cielos, los
amantes se besan. Guardando el recuerdo de su viaje, les enamorados
se prometen amor eterno.
Para
ella, ellos no son los primeros, tampoco los últimos. Sin embargo,
ella estará siempre ahí para recibirlos, la protectora de los
enamorados en París.
Madame,
Eiffel... Madame la Tour Eiffel.
Invito a todos y todas dar las gracias a Rossino Rossi, porque en base el artículo sería solo en francés.
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