La Posada
Thomas estaba desesperado, él nunca habia pensado que una situacion similar fuera a ocurrir. Despues del incidente en los tuneles subterraneos del bosque rubi, él y sus amigos habian sido guiados a Noam por el enano. Este les habia dicho que no podian demorarse alli, pero no habian logrado salir.
El incidente habia llegado a oidos de aquel governante llamado Asmodeus, y la ciudad estaba aislada, nadie podia entrar y salir sin ser identificado. El enano los habia llevado a una posada, donde un hombre llamado Angelo los habia ayudado a ocultarse en la cava de su establecimiento. Ya cinco dias habian transcurrido desde aquello.
Nadie habia dicho nada despues de aquel incidente, Vittoria estaba aun en shock por lo ocurrido en la camara, Onni habia perdido el apetito y permanecia en silencio perdido en sus pensamientos. Aaron era el unico que parecia estar parcialmente bien, él intentaba reconfortar a los demas, y no se separaba de Isis quien habia salido gravemente herida y aun seguia recuperandose, la mayor parte del tiempo la gata dormia y se negaba hablar con ellos a excepcion de Aaron. Por su parte el enano no habia vuelto, despues de dejarlos en la posada y su unico contacto con el mundo exterior era Angelo, quien les llevaba alimentos tres veces al dia .
Thomas recordaba de su ultima visita las calles de Noam, con sus habitantes alegres, orgullosos del palacio de Rubi que se erguia en su centro, pero aquel corto trayecto que habian hecho le habia mostrado que todo habia cambiado, las calles estaban vacias, eran escasos los transeuntes, y el esplendor de antaño del palacio se habia esfumado y este parecia una simple construccion bañada en sangre. Asi mismo, él pensaba tambien al bosque, aquel lugar que habian visitado antes de llegar a Nox y finalmente partir de Nirvana dos años atras. El lugar estaba lleno de criaturas y animales amistosos. Él recordaba en particular un viejo elfo que les habia acompañado en su recorrido hasta las profundidades del bosque, hablandoles de los numerosos lugares que habia recorrido en su juventud y las ninfas que habia conocido.
Algo habia ocurrido en Nirvana, pero Thomas no lograba descubrir el qué. Angelo se negaba a responderle y siempre respondia diciendo cuando le preguntaba :
—Espera
a que vuelva Makâl, él te respondera todas tus preguntas.
Pero
el problema era ese, el enano no volvia y él temia que quiza lo
hubiesen capturado y castigado por haberles ayudado a escapar. Thomas
recordaba aquello que les habia respondido cuando él le pregunto la
razon por la que los ayudaba : ˮPorque
ustedes son más útiles vivos que muertosˮ.
¿
Qué queria decir con eso ? ¿
Como podrian ser ellos mas utiles vivos que muertos ? ¿
Qué era lo que estaba ocurriendo ? ¿ Donde encontrarian a
Nicolas ? Todas esas preguntas lo atormentaban y su corazon se
llenaba de frustracion.
—
Thomas, Angelo no tardara en volver, quiza hoy nos pueda dar alguna
informacion, no te desanimes
Thomas
levanto la mirada y vio a Aaron quien lo miraba con preocupacion. El
joven tenia aun el labio partido por uno de los golpes que habia
recibido y algunos arañazos en su mejilla derecha. Thomas asintio e
intento sonreir, pero no pudo hacerlo.
—
¿ Como sigue
Isis ?
—
Ya
esta mejor, ya comienza a impacientarse por el hecho de que siguimos
aqui, lo cual debe ser un buen sintoma.
Thomas
no pudo evitar sonreir ante aquel comentario. Aaron se alejo y se
acosto en el lecho de paja que Angelo habia improvisado para ellos.
Durante varios minutos Thomas no aparto la mirada del joven
pelirrojo, preguntandose tambien sobre su extraña existencia. Las
llamas de las velas que los iluminaba en aquella oscuridad, robaban
destellos al cabello del joven. Thomas se acerco a Vittoria quien
estaba junto al chico y le paso la mano por el cabello, ella levanto
la mirada con los ojos rojos, aun se sentia culpable por lo que habia
ocurrido a Aaron, apesar de que este le habia asegurado que no era
asi.
—
¿
Como vas ?
—
He estado mejor. ¿ Hasta cuando estaremos aqui ?
—
No lo sé,
Angelo ha dicho que debemos esperar al enano, pero este no regresa.
—
Debemos averiguar lo que sucede. No podemos quedarnos aqui. Ya hemos
perdido cinco dias, es necesario que encontremos al maestro. —
Dijo
Onni, acercandose a ellos.
Thomas
miro hacia Aaron quien se habia dormido, su respiracion era pausada,
tranquila, y por alguna razon aquello lo tranquilizaba.
—
Esperaremos
hasta esta noche, de lo contrario nos iremos. Onni tiene razon,
tenemos una mision que cumplir. Ademas aun esta la cuestion de Aaron.
—
¿A
que te refieres ? —
pregunto
Vittoria — ¿
Qué cuestion con Aaron ?
—
La
razon por la que no he querido que le enseñes alquimia es porque él
es diferente, él no solo reacciono a tus aros, sino a los mios
tambien.
—
Pero
eso es imposible, nadie puede tener dos elementos naturales activos.
Desde los tiempos de Paracelso hasta nuestros dias nadie ha tenido
esa particularidad. No puedo creerte.
—
Pero
asi es, yo ya habia cruzado a este joven antes de que tu lo
encontraras, en las calles de Nox, justo despues de que él robara en
el mercado. Chocamos y cuando estuve lo suficientemente cerca de él
mis aros reaccionaron, el halo plateado que desprenden al
activarse... pues eso, se activo.
Vittoria
miro al joven que dormia con incredulidad.
—
Cuando
lo encontre en el bosque que rodea Nox, mis aros tambien
reaccionaron, senti el calor que emitian. ¿ Como es eso posible ?
—
No lo sé, razon de mas para encontrar al maestro. Solo que Nirvana
ha cambiado.
—
Esta
ciudad no es igual a cuando nos fuimos. Y lo unico que sabemos es que
alguien llamado Asmodeus, que ataca criaturas, seres y alquimistas la
gobierna.
—
Todo
es muy complicado, Onni, Vittoria debemos descubrir lo que … Ahhh
Algo
habia saltado sobre su cabeza. Onni y Vittoria rieron y aquel sonido
fue hermoso, no habian reido desde hacia mucho tiempo. Isis se poso
entre ellos y mirandolo con ojos penetrantes le espeto :
—
Debemos
volver al bosque. He perdido mi collar.
—
¿Pero
que estas diciendo ? Apenas si sales viva de alli y quieres
volver. ¿ Qué nos importa tu collar ? —
Espeto
Onni, mirandola consternado. —
Yo ni
loco vuelvo a ese lugar.
—
Yo no
he preguntado tu opinion humano obeso, —
ignorandolo de nuevo la gata se giro hacia el lider — debemos
volver al bosque.
—
Escucha
Isis, sé que prometimos a los duendes de cumplir tus deseos, pero no
podemos volver, Onni tiene razon, volver seria muy peligroso.
—
Tu no
lo entiendes, en ese collar hay algo de suma importancia que debo
proteger.
—
¿Y
qué puede ser tan importante para que tengamos que arriesgar
nuestras vidas ? —
pregunto
Onni
—
¿Entonces,
vamos ? — Isis
ignoro a Onni y siguio penetrando los ojos de Thomas con su mirada en
forma de rendija.
—
Esta
bien, volveremos, pero antes esperaremos hasta esta noche.
—
¿Que ?
Pero..., pero... ¿Estas loco, Thomas ?
—
Ya
hemos decidido esperar esta noche, si el enano viene, podria sernos
de ayuda para volver a entrar, sino vuelve, buscaremos la forma de
infiltrarnos y recobrar tu condenado collar.
—
Que
bien, todos me ignoran ahora, ¿ tu que opinas Vittoria ? ¿Vas
a volver a ese lugar ?
—
Hicimos una promesa Onni, y los alquimistas siempre cumplimos con
nuestra palabra... mismo si la idea no me agrada.
—
Demonios,
tienes razon.
Thomas
miro con orgullo a sus camaradas, pero luego penso en Aaron y supo
que volver con él seria una locura. Él no tenia ninguna experiencia
de combate, le faltaba entrenamiento y mismo sin alquimia el joven
era debil. Un sentimiento de protejerlo crecio en el cuando lo vio
alli tendido sobre la paja. A su espalda, los goznes de la puerta
crujieron, anunciando el regreso de Angelo. Los tres alquimistas
levantaron la mirada, e incluso Isis mostro interes.
—
Bueno,
bueno mis amigos, ya es la hora de vuestra cena —
anuncio
Angelo —, estofado
de patas y cebolla, pan de ayer y una buena jarra de vino, ademas de
la visita de Makâl.
Todos
los cuatro, se precipitaron a la puerta cuando el enano aparecio
detras del delgaducho cantinero, un pequeño hombrecito, con una
larga barba negra, vestido en cuero y con unos ojos pequeñitos y una
nariz abultada.
— Angelo,
ya puedes dejarnos, prepara todo por favor. En una hora estaremos
contigo.
El
cantinero asintio. Poso la cazuela con el estofado sobre la mesa,
junto con el pan. Volvio a la puerta y saco una enorme jarra de vino
que poso igualmente sobre la mesa.
— Si
necesitas algo mas Makâl, avisame. Buen provecho jovenes.
Angelo
desaparecio tras la puerta. Todos miraban al enano que decendio
cojeando hasta la mesa y se sirvio un gran vaso de vino, el cual
desocupo en un segundo.
— El
mejor vino de toda la ciudad. Vamos, sirvance...
Thomas
y los otros no se movieron, Isis salto a la mesa y se sento justo
frente al enano.
— Queremos
volver al bosque.
— Isis !
— exclamaron
en unisono los alquimistas.
— ¿Por
qué quieren volver ?
¿ No
les basto con lo que paso la otra noche ?
— Hemos
perdido algo de gran valor alli adentro y debemos recuperarlo.
El
enano miro a Thomas un instante antes de sacar del interior de su
vestimenta un collar de cuero, con una esfera de cristal prendida a
él.
— ¿
Te refieres a esto ? Tienen suerte que lo encontrara, la correa
se habia roto y se cayo de la gata parlante antes de llevarlos al
calabozo. La he arreglado.
Isis
salto como una saeta sobre la cabeza del enano y recupero la correa y
se escabullo entre los pies de los alquimistas.
— Hey,
no tenia pensado robarlos. Estoy de su lado ¿recuerdan ? Fui yo
quien los salvo de las mazmorras.
— ¿
De qué nos salvastes ? —
pregunto
Vittoria, acercandose al enano, para tomar un cuanco y servir el
estofado de patata y cebollas.
— ¿
Por qué todas las criaturas del bosque estan viviendo bajo tierra ?
¿ Qué esta pasando en Noam ? —
pregunto
Thomas, mirando al enano directo a los pequeños ojos negros.
— Es
evidente que ustedes han estado ausentes de Nirvana.
Onni
se acerco a la mesa y sirvio un cuenco de estofado.
— No
importa donde estuvieramos, lo que importa es lo que esta pasando.
— Onni,
Vittoria dejenlo hablar. Tu nombre es Makâl, ¿
no es asi ?
— Asi
es, Mâkal, hijo de Kha'i.
— Yo
soy Thomas, alquimista elemental del aire, ella es Vittoria y el es
Onni. La gata se llama Isis y el chico que esta durmiendo es Aaron.
— ¿
Sois todos alquimistas ?
— Yo
soy alquimista elemental del fuego y él de la tierra, el chico que
duerme...
— El
chico que duerme no es alquimista, pero pensamos que puede serlo.
Ahora Makâl, respondenos, que esta pasando en Nirvana.
Thomas
miro a sus compañeros con aprehension y sin darse cuenta todos
estaban alrededor de la mesa con cuencos frente a ellos. Isis habia
vuelto y el collar estaba en su cuello. Thomas miro sobre su hombro y
vio a Aaron dormido, en la misma posision. ¿
Como habia hecho la gata para colocarse aquel collar ?
— Thomas,
alquimista del aire, Nirvana ya no es un lugar seguro.
¿ Qué
sucede ?, nadie sabe realmente. Lo que si te puedo decir es que
ustedes ya no son los protectores del reino.
— ¿Pero
que fue lo que sucedio ?
— ¿Deberiamos
despertar al joven que duerme ?
— No
es necesario, prosigue.
El enano hizo ademan de protestar, pero al ver la determinacion en la mirada de Thomas, dejo el asunto hasta ahi.
El enano hizo ademan de protestar, pero al ver la determinacion en la mirada de Thomas, dejo el asunto hasta ahi.
— De acuerdo, hace
mas de dos años ya, los lideres de las siete ciudades
fueron abatidos durante el gran concilio en el castillo de cristal.
Despues de ese dia los gobernantes de las ciudades fueron
remplazados. Aqui en Noam fue Asmodeus quien tomo el control. Los
alquimistas fueron los primeros en ser cazados por unas bestias que llegaron a la ciudad con Asmodeus. Luego de aquello, una propaganda anti-criaturas y seres se propago
y todos los seres y criaturas del bosque fueron cazados a su vez.
— ¿Quien
esta detras de todo esto ? La orden no puede haber sido
destruida, no es asi Thomas... Vittoria...
— Me
temo que si mi gordo amigo, no solo en Noam, sino en todas las
ciudades los templos alquimicos fueron saqueados. Todos los
alquimistas fueron llevados a los palacios y nunca mas se les volvio
a ver.
— ¿Pero
quien esta detras de todo esto ?
— Nadie
lo sabe, el castillo de cristal esta habitado por alguien que mueve
los hilos, pero nadie sabe quien es.
— ¿Por
qué vuestro pueblo nos ataco ? —
Pregunto
Vittoria
— Asmodeus...
él busca los posibles alquimistas, ha propuesto una tregua a los
ataques contra nuestro pueblo a cambio de atrapar a posibles
usuarios, ellos son vistos como amenazas potenciales. Pero ustedes,
ustedes son alquimistas formados. Aunque falta un miembro en vuestro
grupo, imagino que lo habran perdido en batalla. Eso limita vuestras
posibilidades.
Thomas
lanzo una mirada de ira hacia el enano al escucharlo hablar tan
ligeramente sobre su compañero caido. Él sabia que sin Daniel la
harmonia de su grupo estaba rota, aun asi no aprovaba que aquel ser
hablara de su amigo de aquella manera.
— Sin
embargo, quiza haya una posibilidad de salvar a Nirvana. Hay una
mujer en la montaña nublada quien quiza pueda ayudarnos.
— ¿Quien
es ella ?
— No
lo sé, solo sé que alli encontraremos ayuda.
— Pues,
eso espero, porque no estas siendo de gran ayuda enano.
— Eres
un poco impaciente joven alquimista, pero no importa. Ahora debemos
salir de aqui. Asmodeus sospecha que ustedes estan en la ciudad y los
esta buscando por todas partes. Es cuestion de tiempo que sus bestias
lleguen hasta aqui. Nuestro solo inconveniente es que él ya sabe
como son ustedes. Siqilisse les ha dicho sobre su apariencia...
— Thomas,
¿qué
vamos a hacer ?
— Yo
tengo una solucion para ustedes dos, tu cortate tu cabello y tu
afeitate esa barba. En mi saco tengo nuevas vestimentas que les
permitira pasar desapercibidos, junto con algunas armas. Sin embargo
tu jovencita y ese otro chico son un problema, sus cabellos llaman la
atencion. Deberan andar con una capucha encima y eso nos obligara a
ir con mucho cuidado.
— Esta
decidido, vamos a partir. Si esa mujer que dices nos puede ayudar,
debemos intentarlo. ¿Estan conmigo Onni, Vittoria ?
— Vamos
— Hagamoslo
Thomas
— Bien,
eso queria escuchar, despierten a ese joven y partamos. Todo esta
listo para que intentemos nuestra fuga.
Capitulo IV Capitulo VI
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